Desvergonzada Amparo:
“No, no, no, no. No lo has entendido. No soy lesbiana, sólo me gusta tener sexo con mujeres… y con hombres. Al mismo tiempo o por separado, todo depende del ánimo o el grado alcohólico. Las mujeres son exquisitas, sus caras excitadas me encantan. Sus cuellos largos y caderas prominentes me encienden. Ellos, de ellos me gustan los brazos y las manos, pierdo toda conciencia cuando saben tomar firme, penetrar fuerte. No, No soy lesbiana.”
Desvergonzada Antoneita
"Me gustan los hombres varoniles, casi brutos...para doblegarlos ¡la que manda soy yo!. Rodeada de tentaciones tomo lo que se me antoja... aunque nadie me saca la carita de niña buena. Como buena lectora disfruto los relatos de cama. Soy apasionada en todo lo que hago"
Avergonzada Carla:
Despistada, inocentona y con un ojo que te lo encargo... cada historia que narra es peor que la anterior, esto le avergüenza tanto que ni siquiera le da para ser desvergonzada, es una vacilona en potencia que ve frustradas sus aventuras al chocar con una realidad que trunca sus expectativas.
Desvergonzada Carolina:
Ama los hombres de todos colores, culturas y sabores. Mientras más exótico, mejor. Gozadora como ella sola.
Ama los hombres de todos colores, culturas y sabores. Mientras más exótico, mejor. Gozadora como ella sola.
Desvergonzada Isabel:
A veces seria o densa hasta el aburrimiento más sublime, cuenta sobre las aventuras que tiene para olvidar un gran amor. Picá a poética, es una desvergonzada en construcción. Su deseo frustrado: exorcisar a ese hombre de su vida, como quiso hacerlo Annais Nin con su sujeto -dicho sea de paso, sin éxito alguno, igual que desvergonzada Isabel.
Desvergonzada Karen:
"Para acostarme con un hombre sólo necesito que me caliente... me da igual su edad, su raza, estado civil o condición social... si lo conozco hace tres años o hace tres minutos. Si se vuelve juego o se vuelve amor el tiempo lo dirá, aunque rara vez mido las consecuencias. Me tildan de latera cuando apelo a la importancia de exigir condón y respeto. Creo que el sexo es político y por eso me gusta contar mis relatos de cama".
Desvergonzada Clementina
Es media masoca le gusta sentir que el hombre la domina. Sus historias hardcore pudiesen atormentar una que otra alma.
"Para acostarme con un hombre sólo necesito que me caliente... me da igual su edad, su raza, estado civil o condición social... si lo conozco hace tres años o hace tres minutos. Si se vuelve juego o se vuelve amor el tiempo lo dirá, aunque rara vez mido las consecuencias. Me tildan de latera cuando apelo a la importancia de exigir condón y respeto. Creo que el sexo es político y por eso me gusta contar mis relatos de cama".
Desvergonzada Clementina
Es media masoca le gusta sentir que el hombre la domina. Sus historias hardcore pudiesen atormentar una que otra alma.
