5 de marzo de 2012

Virtual


La pelotita verde parpadeaba como cada mañana de lunes a viernes durante los últimos dos años: “Hola preciosa, ¿cómo amaneció?”

"Nuestro amor fue desde siempre un niño muerto, sólo a ratos parecía que iba a vivir, que iba a vencernos... pero los niños que así vienen muertos de amor, muertos de miedo, tienen tan grande el corazón que se destruyen sin saberlo..."

Yo quería estar contigo, pero tú no tenías carne, sólo eras una pelotita verde...¿Cuántos cables se habrán cruzado sobre la tierra para que esa pelotita vomitara palabras de elogio, de amor, de cuidado, de compañerismo?

"¿Adónde van las palabras que no se quedaron...? ¿Acaso flotan eternas como prisioneras de un ventarrón...? ¿Acaso nunca vuelven a ser algo?

Yo quería que volvieras a penetrarme con firmeza y dulzura, con temor y deseo, que el placer te confundiera tanto que vinieras por mí...

"...como si pudiera mermar sus cicatrices y reconstruir todo el tejido de su piel con sólo un roce de mis manos..."

Para ella, tenías un cuerpo depositado en su almohada; para mí, eras tan sólo una pelotita verde que anidaba esperanzas en un terreno baldío.

En un impulso enérgico dirigí mi mano hacia el mouse. Sacarte de mi vida fue tan fácil como hacer clic en un botón: Block.


Desvergonzada Karen

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