19 de junio de 2011

Elixir de Juventud



-Terminé ayer con mi polola- me dice por msn. Hace dos años que no veía a Cristián. Entonces tenía 17 y cualquier intento de contacto piel con piel con este hombre 7 años menor podría haberme llevado a ser denunciada por estupro. Ahora ya tenía 19 años, ¡tutto legal!.  -Tengo media de whisky y unos verdes, estoy triste, ¿por qué no vienes?-
Sólo con recordar su cabello liso hasta la cintura, su piel morena, sus modismos sureños, su metro noventa, su estilo rockero y contradictoria cara de guagua, no pude evitar partir a su casa. Conversamos, bebimos, fumamos, y antes de una hora ya estábamos desnudos. Pese a la nula higiene de su cuarto, las fotos y los múltiples mensajes de la aún tibia ex novia pegados en el muro, logramos una profunda comunicación.


No sé cómo sucedió, pero parecía como si llevásemos años compartiendo la cama. Su cuerpo esbelto, junto al mío abultado lograron bailar una danza armoniosa aunque tal vez ruda, donde no me quedé atrás ni en energía, ni en flexibilidad, ni en calentura. Cinco veces lo hicimos, y ya a la segunda habíamos terminado  juntos, no hubo pudor en mordernos, clavarnos un poquito las uñas, hacerlo en cuatro con él dándome fuerte por atrás. Nos detuvimos sólo porque no teníamos más condones. Qué hermosa contradicción que el sexo bruto genere una conexión tan amorosa y profunda con el otro, devela lo que nadie más puede ver de ti en el cotidiano.


Sólo disminuyó el encanto cuando al día siguiente tuve que bañarme en ese antro de pelos enmarañados, ¿qué más puedo pedir en un piso de estudiantes hombres?. No hemos perdido la conexión, nuestros cuerpos albergan una memoria el uno del otro que hace que la piel se me erice cada vez que por ahi le encuentro, y que él siempre intente tomarme por atrás y mordisquearme las orejas...


Desvergonzada Karen

1 comentario:

Enara dijo...

"Qué hermosa contradicción que el sexo bruto genere una conexión tan amorosa y profunda con el otro, devela lo que nadie más puede ver de ti en el cotidiano.""

Tengo la dicha de entender verdaderamente este párrafo.

Me gustó el relato. Tan preciso y sincero, que es fácil imaginarse siendo protagonista de la historia... Aunque no me gusten tan jovencitos =)

Felicitaciones... volveré a leer y seguramente disfrutar más de este blog.